España y Estados Unidos: dos destinos interesantes para invertir en Innovación

En el siguiente artículo, Carlos Artal de Lara, Director de Ayming España, nos habla de España y Estados Unidos cómo destinos de inversión en innovación. 

España es uno de los países más generosos fiscalmente con la Innovación, y Estados Unidos uno de los más facilitadores a la hora de aplicar los distintos incentivos. Esta idea principal con la que comienzo es ya un argumento de peso que puede justificar la idea de cuán interesante es que tanto empresas americanas, como españolas, inviertan en I+D en ambos países.

No obstante, no son los únicos motivos, tal y como recoge nuestro último informe The Benchmark 2022, que editamos anualmente desde Ayming para analizar los esquemas fiscales de distintos países, comparándolos además por generosidad y facilidad, dos elementos clave a la hora de determinar la idoneidad de un país u otro para desarrollar I+D. Creo que estaremos de acuerdo en afirmar que la innovación ha marcado nuestra evolución a lo largo de la historia y que, además, a lo largo de los últimos años, el concepto de I+D+i ha imprimido a este proceso natural una velocidad de vértigo que, aplicada al ámbito empresarial, genera una carrera por liderar que ya es global. Empresas de distintos países, compiten entre sí por ser referentes en sus mercados y encuentran en la Innovación la herramienta para dar respuestas a sus distintos retos y desafíos, así como a los que el propio mercado les enfrenta.

Este año, The Benchmark analiza 24 países, destacando, entre ellos, una serie de particularidades en los casos de España y Estados Unidos, que los sitúan como dos de los destinos más atractivos en radicar la I+D de las compañías, así como la presencia de inversiones en Innovación. El papel de los gobiernos y administraciones en la generosidad y aplicación, su cultura empresarial, o los distintos lazos económicos entre ambos países, marcan estas consideraciones.

La apuesta de los países por la Innovación se expresa en la generosidad de sus incentivos

La generosidad a la I+D+i, fiscalmente hablando, es uno de los principales atractivos para el desarrollo de la I+D. España es el único país de los 24 analizados que presenta una serie de incentivos fiscales a la I+D, y otros a la Investigación Tecnológica, realizando una clara distinción. Por tanto, encontramos un primer aspecto: ampliación del concepto de financiación de la Innovación. Más allá de la I+D, el hecho de que pueda financiarse la Innovación Tecnológica, permite que no sólo las grandes empresas continúen innovando, en un país que más del 95% de las empresas, son pymes. Con una estimación de cerca del 30%, The Benchmark sitúa a España como uno de los países más generosos con el retorno potencial de inversión, y es que, por cada euro invertido en I+D, es posible recuperar 59 céntimos.

Estados Unidos, por su parte, tiene un enfoque distinto, puesto que cuenta con dos tipos de deducciones: a nivel nacional y a nivel estatal, proponiendo con sus últimas modificaciones de 2015, a través de la Ley PATH, cerca de un 15% de retorno como máximo en dichas inversiones. En este caso, el sistema americano cuenta con una definición todavía más amplia que España de lo que se considera I+D y sus incentivos son accesibles a una categoría mucho más amplia, incluyendo los particulares.

La retroactividad también ofrece a las compañías distintas oportunidades a la hora de desarrollar su I+D en ambos países. En el caso de España, su política favorece que tanto pymes, como grandes empresas, puedan impulsar ambos tipos de actividades, Investigación y Desarrollo o Innovación Tecnológica, reclamando incentivos de hasta 18 años atrás, mientras que en el caso de EE.EUU, el sistema se decanta más por priorizar que sus empresas arraiguen la innovación en cada una de sus regiones, eso sí, con un tiempo de reclamación retroactivo de hasta 3 años.

La agilidad marca la facilidad de los incentivos

La agilidad en la aplicación de los diferentes mecanismos fiscales a la I+D+i, es uno de los factores que hacen que podamos considerar de mayor o menor facilidad el abordar cada uno de ellos. Y es que España y EE. UU distan considerablemente de cómo sus Gobiernos solicitan a las empresas recibir la información de un proyecto para la supervisión en la aplicación de dichos incentivos.

España permite a la empresa solicitar directamente la deducción fiscal por I+D o IT en su cuota sobre el Impuesto sobre Sociedades, pero para disponer de mayor seguridad jurídica ante posibles inspecciones, deberá contar, desde con una memoria técnica justificativa elaborada por una consultora, hasta llegar al Informe Motivado Vinculante emitido por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Estas etapas que marca el sistema español, es lo que supone una mayor complejidad contra el sistema de Estados Unidos que, por su parte, referenciará a la empresa a un formulario telemático de no más de 2 páginas para la solicitud de deducción, sin que tenga que ser aprobada previamente por la Administración, requiriendo sólo la documentación en caso de una inspección.

De nuevo, encontramos como la Innovación llama a la Innovación, puesto que si bien España y Estados Unidos no se llevan mucha ventaja en el origen de dichos incentivos (1978 vs 1981, respectivamente), encontramos cómo la modernización y adecuación de los distintos mecanismos pueden acelerar la apuesta por la Innovación y que sean más empresas las que accedan a ellos.

Este cruce de caminos en Innovación muestra la importancia que tiene para las compañías, especialmente, aquellas multinacionales radicadas en ambos países, de disponer de una guía global, con arraigo local que aporte visión sobre la mejor estrategia a seguir en financiación de la I+D+i más cuando se opera en diferentes países.

España -y nuestro vecino Portugal-, plantean una serie de oportunidades en retorno a la inversión muy pronunciadas, pero que, sin duda, podrían verse todavía mejorados si tomáramos nota de lo que ofrece Estados Unidos en su aplicación.

Más que elegir en qué países desarrollar I+D y aprovechar sus mecanismos de financiación, recomendamos aprovechar las distintas oportunidades que generan ambos países. Tal y como nos muestra nuestra experiencia en más de 15 países, aprovechar correctamente los distintos incentivos a la I+D+i y desarrollar una estrategia compuesta por la actividad en los diferentes países para empresas americanas en España, y viceversa, asegura un mayor retorno de las inversiones en Innovación, generando mayor valor añadido en sus tejidos productivos, al mismo tiempo que refuerzan su competitividad y rentabilidad.

España y Estados Unidos: Innovemos juntos, llegaremos más lejos.

Descarga aquí The Benchmark 2022.

Compartir